martes, 1 de noviembre de 2011

Alejandra Zina



Pasado

Tu primer texto
Género:

Cuento
Año:1981
Procedimiento creativo/Contexto:
Copiar “Las medias de los flamencos” de Horacio Quiroga.
¿Tuvo lectores?/¿Críticas favorables?/¿Produjo conflictos familiares?
Mi vieja cortó las hojas, armó los pliegos y los pegó para que tuvieran forma de libro. Ella fue la única lectora, la única fan.
¿Se ha puesto viejo?/¿Lo has vuelto a corregir?/¿Lo quemaste?
Lo guardo en un placard y se conserva perfecto.
Fragmento:
Había una vez un río muy grande donde vivía una ballena que un día se escapó.

Presente
Género
Novela, cuento, crónica, notas y reseñas.
Qué se ha modificado en tu modo de abordar un texto.
Desde 1981 se modificó todo. Cuando volví a escribir cuentos, veinte años después, dejé un poco de lado los animales. Me gustaría traerlos de nuevo.
Cuál es tu punto de partida
Las ganas. Y mis ganas se potencian cuando aparece uno o dos personajes muy definidos. Después una situación o un escenario. Después el título.
¿Tus lectores son fieles o te abandonan en el camino?
Como me venían editando en publicaciones chicas o independientes, los seguidores eran mi familia, amigos, una cantidad de colegas más o menos cercanos y algunos lectores desparramados. Ahora que tuve la suerte de publicar en una editorial grande, estoy viviendo la experiencia de sumar lectores desconocidos y distantes. Y es muy fuerte.
Qué sabés de tu propia literatura.
Que me gustan los diálogos y las voces en primera persona porque me hacen sentir que estoy actuando y no escribiendo. Es un trance más corporal que intelectual. Que dos por tres vuelvo a las relaciones familiares. Me gusta recuperar cierta lengua familiar, palabras o expresiones que oía en mi casa y que hoy me suenan dramáticas o graciosas. Mi amigo Hernán Lucas dice que lo que hago es realismo agujereado. Agujereado por el grotesco, por lo fantástico, por lo extraño. Como un realismo pinchado, por donde se escapa o entra otra cosa. No sé si todo lo que escribo se ajusta a esto, pero me gusta la imagen que él usó.
Qué perdiste/Qué ganaste.
Perdí algunos prejuicios. Gané algunas convicciones.
Fragmento:
Dos platos con moho.
Dos platos donde comieron dos personas.
Dos platos de un último encuentro, que no sería el último porque todo lo unido tarda en separarse.
Dos platos sucios que yo limpié con más ganas que los míos.
Como si lavar un plato fuera borrón y cuenta nueva.
Dos platos de cerámica berreta, seguro del Once. Un gusto de mierda.
(Barajas, Plaza&Janés, 2011)


Futuro

Proyectos
Una intuición que todavía no tiene forma, así que tampoco puedo ponerla en palabras. El guión para una historieta. Uno o dos relatos breves.
Cómo te gustaría ser reseñado/a
Creo que lo más importante es seguir produciendo. Seguir intentándolo. Más allá del cómo, me gustaría seguir siendo reseñada porque eso quiere decir que mis libros interesan, que eventualmente gustan y ayuda a que se conozca mi trabajo. Lo único que no me gustaría es que me reseñen con mala leche.
Quién te leerá
Que me lean en el futuro sería una cosa digna de festejar. Lástima que en el cielo no va a haber cerveza para brindar con mis amigos.
Qué podemos esperar de vos
Si me quieren, esperen lo mejor.
Cómo te gustaría que te recuerden
Que me recuerden. En lo posible que me recuerden por lo que dejo escrito, y no por un divorcio escandaloso o un crimen pasional.
Tu última frase:
¿Fumamos un cigarrillo más? El último, lo prometo.



Alejandra Zina nació en Buenos Aires en 1973. Estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires. Publicó la “Antología erótica argentina” y, en co-autoría, la compilación “En primera persona. Correspondencia argentina en dos siglos”. Tiene editado el libro de cuentos “Lo que se pierde”. Dicta clases de narrativa en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica. En España, colabora con la revista digital Calibre 38, especializada en género policial, y participó de la antología “Un nudo en la garganta. Quince cuentos terribles” (Trama Editorial). En la Argentina, ha publicado artículos, reseñas y cuentos en diarios, revistas literarias y antologías

Imagen: Mark Ryden

No hay comentarios:

Publicar un comentario