viernes, 11 de noviembre de 2011

Daniela Tarazona



Pasado
Tu primer texto
Género
Cuento
Año
198?
Procedimiento creativo/Contexto
Escrito en un centro comercial de Caracas, Venezuela, en una servilleta. También lo ilustré. Imaginaba qué sucedería si un monstruo entrara a ese lugar. Dibujé a la criatura.
¿Tuvo lectores?/¿Críticas favorables?/¿Produjo conflictos familiares?
Creo que le gustó a mi familia.
¿Se ha puesto viejo?/¿Lo has vuelto a corregir?/¿Lo quemaste?
Algún día lo escribiré otra vez.
Fragmento:
No lo tengo. Debe haberse perdido. Es un primer texto cuya escritura sólo existe en mi memoria.


Presente
Género
Novela.
Qué se ha modificado en tu modo de abordar un texto.
Creí que haber escrito una primera novela me ayudaría a enfrentar los enigmas de la segunda, que escribo ahora, sin embargo, me encuentro de nuevo en un mundo que se ha formado ante mis ojos, y se trata, otra vez, de un universo de naturaleza desconocida. No entiendo de dónde vinieron las ideas que componen ese mundo ¿Es raro, verdad? Al menos, a mí me lo parece.
Cuál es tu punto de partida
Una emoción. La necesidad de llevar a la ficción la gestación, el padecimiento y el sacudimiento vital de una emoción. Nunca he sabido qué historia voy a contar. Los hechos y los personajes surgen en el ejercicio de la escritura.
¿Tus lectores son fieles o te abandonan en el camino?
No lo sé. Espero que no me abandonen.
Qué sabés de tu propia literatura.
Que tiene elementos fantásticos. Y hay fisuras en los textos; mi escritura es fragmentaria y suelo dejar espacios indeterminados.
Qué perdiste/Qué ganaste.
Perdí partes de mí misma y gané otras facultades que desconocía.
Fragmento:
El animal sobre la piedra (Almadía, 2008). Novela.


X
ANIMALIDAD

Me miro en el espejo. Me detengo en mis pupilas, ahora son ovaladas y verticales; el iris se ha enrojecido, en el ojo derecho tengo una mancha amarilla que antes, en mi condición previa, era color café. Las orejas han disminuido de tamaño, por lo menos a tres cuartas partes. Miro más de cerca: no tengo lunares, desaparecieron bajo el velo verdoso de mi nueva piel.
Lisandro se ha comportado de manera agresiva hoy: me ronda y, al estar cerca, gruñe en señal de rechazo. No tiene dientes porque no los necesita, su lengua le basta. Mi compañero dice que Lisandro distingue mi reciente animalidad. He decidido ignorarlo.
En las noches, los latidos de mi corazón son más espaciados. Si pienso como lo que he sido, si pienso desde el cuerpo de una mujer, me asusto y creo que puedo morirme, que mi corazón se detendrá. En el día vuelve a la normalidad, se acompasa a un ritmo sostenido y certero.

He tenido que salir cada medio día a la playa para acostarme en alguna piedra caliente. Lo necesito, las escamas se ponen más brillantes si lo hago y el dolor de mis coyunturas disminuye; el sol me reconforta. La temperatura de mi cuerpo se regula con la temperatura exterior y me sé inmortal cuando estoy sobre una piedra.
Mi compañero cree que es peligroso, que me hará daño porque las piedras se calientan demasiado, discutimos, le respondí sin que me importara el tono, argumenté que estoy aprendiendo y que debo obedecer mis instintos.
Mi olfato se ha agudizado. Y noto que si abro la boca también puedo oler por ella. A la par del descubrimiento, después de comer, paso mi lengua por la bóveda del paladar porque me duele y descubro dos pequeñas protuberancias alineadas de manera simétrica.
Lisandro y yo empezamos a competir por alimento. No imaginaba que llegara a afectarnos, es clara nuestra diferencia, pero Lisandro come hormigas y a mí comienzan a gustarme los insectos; como las arañas de la casa y los mosquitos. Lisandro gruñe cuando husmeo las esquinas, pero no estoy dispuesta a dejarlo de hacer.


Futuro
Proyectos
La novela que escribo.
Cómo te gustaría ser reseñado/a
Como si me hubieran leído.
Quién te leerá
El lector que se encuentre con mi escritura, el que se intrigue.
Qué podemos esperar de vos
Ni si quiera yo sé qué puedo esperar de mí. Entonces, digo: esperen de mí la incertidumbre.
Cómo te gustaría que te recuerden
Con mis antojos en un altar de muertos un 2 de noviembre, como a cualquiera.
Tu última frase:
¿Mi última frase de la vida?
Tengo que escribir y vivir más para decirla.


Daniela Tarazona nació en México en 1975. Es editora y promotora cultural. Realizó estudios de doctorado en literatura en la Universidad de Salamanca. Colabora para las revistas Letras Libres, Renacimiento y Crítica. Actualmente es becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, México. Ha publicado El animal sobre la piedra (Almadía, 2008- Entropía 2011) y Clarice Lispector (Nostra, 2009).

Imagen: Witkin

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