jueves, 22 de marzo de 2012

Eduardo Varas























Pasado

Tu primer texto
Creo que se llamaba “El fotógrafo” y obviamente tenía que ver un fotógrafo.
Género
Narrativa: una novela muy, pero muy corta.
Año
1993
Procedimiento creativo/Contexto
Recuerdo muy poco de esto. Solo sé que hubo un impulso que antes no había existido y me senté frente a la máquina de escribir de mi hermana y empecé a teclear con fuerza. Lo que salía, sin pensar el sentido. Tenía 13 años. Mucho también escribí en una libreta que debo tener por algún lado. En ese tiempo lo mío era exclusivamente la música, así que lo que escribí creo que tenía que ver con la necesidad de crear un propio universo, un tipo de figura onda Ziggy Stardust, la cual se había perdido y este fotógrafo de rock decide buscar. Quise crear mi Olimpo personal.
¿Tuvo lectores?/¿Críticas favorables?/¿Produjo conflictos familiares?
Nadie. Ni siquiera la leí al terminar de escribirla.
¿Se ha puesto viejo?/¿Lo has vuelto a corregir?/¿Lo quemaste?
Lo olvidé y tal vez se perdió. Eso es bueno, porque ya Todd Haynes lo contó mejor en “Velvet Goldmine” y quizás a esta altura ya hay que cansarse de esta onda de detective salvaje en busca de alguien.
Fragmento:

He buscado en casa por días y creo que he encontrado una de las libretas. Transcribo un párrafo tal como está escrito:

“Habíamos tocado hace mucho tiempo. Sí, cuando nos volvíamos locos por tocar entero el Dirt de Alice in Chains. Yo entonces usaba el bajo y él la guitarra. Pablo me cuenta cómo les va con el grupo, de la gira que van a hacer por Colombia en unos meses, del contrato que ha salido para grabar un disco de cinco temas con una disquera pequeña de Argentina. Que están haciendo estos conciertos para pagar el traslado y hospedaje para la grabación. Que está feliz de verme, que el pecho no se le puede inflar más por la felicidad”.


Presente

Género
La narrativa (cuento y novela) y el ensayo
Qué se ha modificado en tu modo de abordar un texto
A esta altura, obviamente, trato con más respeto el acto de escritura, lo que se manifiesta en una exagerada costumbre de leer y releer lo escrito. Pienso mucho acerca de los personajes y de cómo van a reaccionar ante las situaciones que van apareciendo. Ensayo muchos párrafos que termino desechando, reescribo mucho más, leo, dudo, rompo, uno con pegamento. Es como tratar de resolver un cubo de Rubik. Pero, siendo sincero, sigo teniendo esa actitud de joven Indiana Jones ante la cruz de Coronado y cuando estoy tecleando en la computadora siento la misma pasión que tuve ante la máquina de escribir de mi hermana.
Cuál es tu punto de partida
Una imagen y el impulso de escribir. “Los descosidos” parte de la imagen de Emma Watson bajando las escaleras en una de las películas de Harry Potter y pensé en lo hermosa que se veía, en todo lo que escribían por Internet sobre ella, en Humbert Humbert, en Nabokov, en Lolita y en que a lo mejor podría jugar a algo similar en algún momento. Llegué a casa y me puse a escribir como poseído unas 10 páginas describiendo la fascinación de un personaje por esta “estrella”. Luego, como me suele pasar, me aburrí y dejé de escribir. Pasaron los meses y luego supe qué quería contar. Por lo general, si después de ese primer impulso encuentro algo, de ahí saldrá mi obra.
¿Tus lectores son fieles o te abandonan en el camino?
Espero que sean fieles. Aunque creo que quien los abandona soy yo.
Qué sabés de tu propia literatura
Muy poco. Tal vez nada. Sé que mucho de lo que mueve lo que hago tiene que ver con el tema de la culpa. Pero soy algo ingenuo en este rubro y por eso disfruto tanto cuando converso con un lector y escucho su aproximación a lo que he escrito.
Qué perdiste/Qué ganaste
Amigos, en ambas direcciones.
Fragmento:
De cuento “Hoax, pt 2” (que forma parte del libro “Freak to go, cia ltda”)

“Llego a la caja para pagar y miro el cuello de la mujer que me atiende. No veo nada más. Solo un cuello largo, cobrizo (el único adjetivo posible en castellano para hablar de un color café algo pardo) con una marca cruzándolo, como si ella se hubiera intentando ahorcar antes y solo le quedara la piel quemada como sentencia. Ella me habla. Sé que me habla, pero no escucho lo que me dice. La imagino subiéndose a la silla, llorando porque no tiene alternativa, colocando su cabeza dentro del lazo que ha armado con esa soga que encontró en alguna bodega. La veo en el vacío, tensiona el cuello, lucha por un poco de aire, se arrepiente. Lucha por colocar sus pies nuevamente en la supercicie que la sostenía. Me mira y se cubre el cuello. He sido muy obvio. Se rompe la soga y cae, adolorida. La siguiente inhalación es la de la vuelta a la vida”.

Futuro

Proyectos
Tengo ya un libro de relatos listo, que está esperando la respuesta de varias editoriales. Se llama “Freak to go, cia ltda”. También le estoy dando los ‘toques finales’ a un libro de ensayos titulado “La ficción útil”. Me encuentro en pleno proceso de escritura de una nueva novela y ya está listo el proyecto para otra. Este año espero escribir un guión para un largometraje.
Creo que voy a estar ocupado…
Cómo te gustaría ser reseñado/a
Con el equilibrio necesario entre saña y cariño.
Quién te leerá
Algún incauto, fanático del tumblr, a quien le pido disculpas de antemano.
Qué podemos esperar de vos
Que me canse de los libros, que me ponga a componer y a grabar discos como los de Leonard Cohen. Con gira mundial y todo lo que venga a mis 70 años.
Cómo te gustaría que te recuerden
Con más cariño que saña.
Tu última frase
“And now for something completely different:..”.



Edurado Varas nació en Guayaquil, en noviembre de 1979. Vive en Quito, con su mujer Marcela y su gata Flor. Es escritor, guionista, periodista y músico. Tiene un blog sobre libros y música (“Libros, autores y riesgos”) y otro dedicado al cine (“¿Qué hay en el cine?”, para el diario “La República”, de Ecuador). Publicó en 2007 el libro de cuentos “Conjeturas para una tarde” y en 2010 la novela “Los descosidos”, con Alfaguara. En noviembre de 2011 fue designado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara como uno de los 25 secretos mejor guardados de la literatura de América Latina.

Imagen: Carlos Alonso

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